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Las raíces. La Hispania romana
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Los tiempos prehistóricos - Paleolítico inferior
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En esta larga etapa prehistórica (desde hace más de dos millones de años hasta el 120.000 aproximadamente), vivió el predecesor del hombre: se le llama homínido, y llevaba una vida nómada, de cazador-depredador. Se conoce la existencia de grupos de homínidos en distintas partes de la Península por excavaciones que se han realizado en zonas muy diversas, desde Cataluña a Andalucía, pasando por los valles del Duero y del Tajo, y de los que ha sido yacimiento estrella el de Atapuerca (Burgos).
 El descubrimiento de Atapuerca fue consecuencia de los movimientos de tierra para la construcción del ferrocarril en el siglo XIX. Aunque fue objeto de excavaciones durante todo el siglo XX, no ha sido hasta la década de los noventa cuando se han encontrado restos de un grupo humano que había vivido en la Gran Dolina de Atapuerca hace cerca de 800.000 años. Antes de este hallazgo, no se conocían restos de homínidos anteriores al año 500.000. Más recientemente, en el año 2007, los arqueólogos que trabajan en Atapuerca han encontrado la mandíbula de un hombre que vivió probablemente hace 1,2 millones de años, lo que le hace el europeo más antiguo.
El estudio de estos fósiles de Atapuerca ha permitido cambiar la idea sobre la evolución de la especie, hasta el punto de haberse denominado a “clave de la evolución humana en Europa”. Según los investigadores, el homínido que vivió en este lugar tenía una capacidad craneana de 1.000 centímetros cúbicos aproximadamente, mayor que la del Homo erectus. Se le ha llamado el Homo antecesor, y fue previo al hombre de Neandertal y al Homo sapiens.
 
De estudios realizados en otros yacimientos, como Cúllar (Granada), El Aculadero (Cádiz) o Pinedo (Toledo), se han obtenido informaciones acerca de la industria lítica desarrollada por los homínidos, posiblemente el homo erectus, hace 900.000 años. Eran nómadas, que acampaban cerca de algún río o fuente de agua; utilizaban como materia prima principalmente la cuarcita y el sílex, y tallaban la piedra para fabricar hachas con las que cazaban. La caza era, junto a la recolección, su medio de alimentarse.
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