La revolución de 1868 supuso la ruptura de un esquema político basado en la monarquía borbónica. Tras su caída se instauró un Gobierno provisional bajo cuyo mandato se diseñó una nueva constitución (1869) y se buscó un nuevo monarca que aceptase el juego democrático. La elección recayó en la dinastía de Saboya, pero, al quedarse ésta sin apoyos, se producirá el advenimiento de la Primera República.
El 8 de octubre de 1868 se constituyó el Gobierno Provisional de la revolución bajo la presidencia del general Serrano, que será nombrado Regente y con Prim como ministro de la Guerra.
El nuevo gobierno se enfrenta a: |