Juan Prim y Prats (Reus 1815 - Madrid 1870) inició su carrera militar en la Primera Guerra Carlista en un cuerpo voluntario. En 1837 fue condecorado con la Laureada de San Fernando y en 1840 consiguió el grado de general.
En 1841 fue diputado progresista por Tarragona y desde ese momento participa en conspiraciones, sublevaciones y pronunciamientos. El triunfo progresista tras la Vicalvarada de 1854 así como las acciones en la Guerra de Marruecos (1859-1860) le proporcionarán nuevos honores y títulos (Marqués de los Castillejos).
Participará también en la expedición europea a México (1861-1862), pero se retiró prudentemente antes de la catástrofe alegando una epidemia en sus tropas. A su regreso a la Península inició una intensa actividad política para derrocar a Isabel II.
Desde el partido progresista, Prim se atraerá a los demócratas en el pacto de Ostende (1866) y al fallecer O´Donnell (noviembre de 1867) consiguió sumar a la causa antiborbónica a los unionistas. En 1868, junto al almirante Topete, se sublevó en Cádiz contra la reina y recorrió la costa levantina fomentando la revolución que acabó con la corona de Isabel II.
Prim forma parte del gobierno provisional como ministro de la Guerra y después como jefe de gobierno. Su valor como militar y su claridad como orador aglutinó en su persona voluntades dispares.
Entabló negociaciones para resolver la insurrección cubana e inició la búsqueda de un nuevo monarca. La elección recayó en Amadeo de Saboya del que Prim se convirtió en principal defensor. Prim fue asesinado a finales de diciembre de 1870, días antes de que el nuevo rey llegara a España.
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