De Palos partió Colón el 3 de agosto de 1492 con las tres carabelas (La Pinta, la Niña y la Santa María), aunque la travesía del Atlántico no comenzó hasta el 9 de septiembre, cuando salieron de Canarias donde se habían parado a repostar.
Las vicisitudes del primer viaje y el descubrimiento de tierra se conocen bien por la descripción que el propio Colón hizo en su diario:
"Vieron los de la carabela Pinta una caña y un palo y tomaron otro palillo labrado, a lo que parecía, con hierro, y un pedazo de caña y otra hierba que nace en tierra, y una tablilla. Los de la carabela Niña también vieron otras señales de tierra y un palillo cargado de escaramojos. Con estas señales respiraron y alegráronse todos…
Después del sol puesto… andarían doce millas cada hora; y hasta dos horas después de media noche andarían noventa millas, que son veintidós leguas y media. Y porque la carabela Pinta era más velera e iba delante del Almirante, halló tierra e hizo las señales que el Almirante había mandado. Esta tierra vido primero un marinero que se decía Rodrigo de Triana; puesto que el Almirante, a las diez de la noche, estando en e1 castillo de popa, vido lumbre, aunque fue cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra; pero llamó a Pedro Gutiérrez, repostero de estrados del Rey, y dijo que parecía lumbre que mirase él, y así lo hizo y vídola. Díjole también a Rodrigo Sánchez de Segovia, que el Rey y la Reina enviaban en el armada por veedor, el cual no vido nada por que no estaba en lugar do la pudiese ver. Después que el Almirante lo dijo, se vido una vez ó dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos pareciera ser indicio de tierra. Pero el Almirante tuvo por cierto estar junto a la tierra. Por lo cual dijeron la Salve, que la acostumbraban decir e cantar a su manera todos los marineros..." |