Ministerio de Educación, Política Social y Deporte
espacio
espacio
espacio Bachillerato
espacio espacio
espacio
Los Reyes Católicos: La construcción del Estado Moderno
espacio
espacio
espacio espacio
espacio
ISABEL I Y FERNANDO I
espacio espacio
espacio
POLÍTICA INTERIOR
espacio espacio
espacio
LA AMPLIACIÓN TERRITORIAL
espacio espacio espacio
espacio
El reino de Granada
espacio espacio espacio
espacio
El reino de Navarra
espacio espacio espacio
espacio
Las islas Canarias
espacio espacio
espacio
INSTITUCIONES DE GOBIERNO
espacio espacio
espacio
POLÍTICA EXTERIOR
espacio espacio espacio
espacio
Las guerras de Italia
espacio espacio espacio
espacio
La política norteafricana
espacio espacio espacio
espacio
El descubrimiento de America
espacio espacio
espacio espacio
5.
espacio
espacio
Los Reyes Católicos: La construcción del Estado Moderno
espacio
Política exterior - El descubrimiento de América
espacio
Isla Guanahani [Descubrimiento] - [Isla Guanahani] - [Segundo viaje] - [Últimos viajes]


Colón llegando a la isla de Guanahaní (pintura histórica del siglo XIX), José Garnelo Alda (1866-1945). Museo Naval de Madrid espacio

La llegada a la primera de las islas en la que tocaron tierra, Guanahani, también aparece narrada por Colón en el Diario con fecha 12 de octubre:

"Llegaron a una isleta de los lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahaní. Luego vieron gente desnuda, y el Almirante salió a tierra en la barca armada y Martín Alonso Pinzón y Vicente Yañez, su hermano, que era capitán de la Niña. Sacó el Almirante la bandera real y los capitanes con dos banderas de la Cruz Verde, que llevaba el Almirante en todos los navíos por seña, con una F y una I, encima de cada letra su corona...
Puestos en tierra vieron árboles muy verdes y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo de Escobedo escribano de toda la armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y dijo que le diesen por fe y testimonio cómo él por ante todos tomaba, como de hecho tomó, posesión de la dicha isla por el Rey y por la Reina sus señores…
Luego se juntó allí mucha gente de la isla…porque nos tuviesen mucha amistad, porque conocí que era gente que mejor se libraría y convertiría a nuestra santa fe con amor que no por fuerza, les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al pescuezo, y otras cosas muchas de poco valor, con que tuvieron mucho placer y quedaron tanto nuestros que era maravilla. Los cuales después venían a las barcas de los navíos adonde estábamos, nadando, y nos traían papagayos e hilo de algodón en ovillos y azagayas y otras cosas muchas, y nos las trocaban por otra cosas que nos[otros] les dábamos, como cuentecillas de vidrio y cascabeles. En fin, todo tomaban y todo daban de aquello que tenían de buena voluntad, mas me pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andaban todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vi más que una, harto moza, y todos los que yo vi eran todos mancebos, que ninguno vi de edad de más de XXX años…
Ellos no traen armas ni la conocen, porque les mostré espadas y las tomaban por el filo y se cortaban con ignorancia. No tienen algún fierro; sus azagayas son unas varas sin fierro y algunas de ellas tienen al cabo un diente de pez, y otras de otras cosas…
Yo vi algunos que tenían señales de heridas en sus cuerpos, y les hice señas qué era aquello, y ellos me mostraron cómo allí venía gente de otras islas que estaban cerca y les querían tomar y se defendían…
Ellos deben ser buenos servidores y de buen ingenio, que veo que muy presto dicen todo lo que les decía. Y creo que ligeramente se harían cristianos, que me pareció que ninguna secta tenían. Yo, placiendo a nuestro Señor, llevaré de aquí al tiempo de mi partida seis a Vuestras Altezas para que aprendan a hablar. Ninguna bestia de ninguna manera vi, salvo papagayos de esta isla".

El 13 de octubre añadía Colón en el Diario:

"yo estaba atento y trabajaba de saber si había oro, y vi que algunos de ellos traían un pedazuelo colgado en un agujero que tienen en la nariz. Y por señas pude entender que, yendo al Sur o volviendo la isla por el sur, que estaba allí un Rey que tenía grandes vasos de ello y tenía muy mucho … Y esta gente es harto mansa, y por las ganas de tener de nuestras cosas, y temiendo que no se les ha de dar sin que den algo y no lo tienen, toman lo que pueden y se echan luego a nadar; mas todo lo que tienen lo dan por cualquier cosa que les den, que hasta los pedazos de las escudillas y de las tazas de vidrio rotas rescataban, hasta que vi dar 16 ovillos de algodón por… una blanca de Castilla, y en ellos habría más de una arroba de algodón hilado… por no perder tiempo, quiero ir a ver si puedo topar a la isla de Cipango."

No podía estar más convencido de que las islas que recorrió, Guanahaní, Cuba y Santo Domingo, eran la antesala de Japón.
espacio