|
|
|
|
|
|
Castigo de pecadores |
|
“Los infieles,
en cambio, sufrirán el fuego de la gehena (el infierno). Agonizarán
sin acabar de morir y no se les aliviará su castigo. Así retribuimos
a todo desagradecido. Gritarán allí: “¡Señor! ¡Sácanos y obraremos
bien, no como solíamos hacer!”. “¿Es que no os dimos una vida suficientemente
larga como para que se dejara amonestar quien quisiera? El monitor
vino a vosotros…¡Gustad, pues! Los impíos no tendrán quien les auxilie.” |
|
Corán 35 : 36-37 |
|
El propio profeta Mahoma dijo: |
|
"La persona más afortunada y dichosa en este mundo, de entre aquellos condenados al infierno el día del juicio será sumergida en el fuego del infierno tan solo una vez, entonces se le preguntará". ¿Oh hijo de Adán, alguna vez viste algún bien? ¿Has experimentado alguna vez alguna bendición?" y él dirá:”Por Dios, no!, Oh Señor!”. |
|
El fuego del infierno ha sido utilizado como amenaza a los cristianos pecadores durante muchísimos siglos, y estuvo presente en todos los siglos medievales. El castigo propio del infierno, el fuego, fue entendido en sentido metafórico por algunos Padres de la Iglesia, Orígenes o San Gregorio Nacianceno, y por algunos teólogos posteriores, que interpretaban la expresión fuego del infierno como metáfora de los dolores que experimentarían los condenados, aunque fueran meramente espirituales.
La acción del fuego físico sobre seres puramente espirituales fue tema de debate para muchos de los intelectuales cristianos, entre ellos Agustín de Hipona, Gregorio Magno o Tomás de Aquino. Se entiende que en cierto modo hay una sujeción de los espíritus al fuego material, que es instrumento de la justicia divina.
|
|
|