Ministerio de Educación, Política Social y Deporte
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espacio Bachillerato
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Las raíces. La Hispania romana
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LOS TIEMPOS PREHISTÓRICOS
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Paleolítico inferior
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El Neolítico en la península ibérica
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La Edad de los Metales
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LOS PUEBLOS COLONIZADORES
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Fenicios
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Griegos
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LOS PUEBLOS AUTÓCTONOS PENINSULARES
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Celtas
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Iberos
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Tartesos
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LA COLONIZACIÓN ROMANA
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La conquista romana
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Romanización
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LA MONARQUÍA VISIGODA
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Unidad territorial
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Unidad legislativa
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Unidad religiosa
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1.
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Las raíces. La Hispania romana
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La monarquía visigoda
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[Suevos] - [Alanos] - Visigodos
 

Los visigodos fueron los que tuvieron el papel más importante en Hispania. Hacia mediados del siglo V, aliados de los romanos, les apoyaron en su lucha contra los suevos y los bagaudas, grupos de hombres que se dedicaban al robo y al pillaje. La colaboración con los romanos en Hispania provocó un asentamiento paulatino de los visigodos en territorio peninsular, aunque en principio se limitaran a asentar guarniciones militares.

La gran emigración visigoda a la Península Ibérica se produjo después de la batalla de Vouillé (507), en la que el rey franco Clodoveo venció a los visigodos y les obligó a desplazarse hacia el Sur.

Los visigodos se establecieron en zonas de poca población, en áreas rurales de agricultura cerealista principalmente, evitando las ciudades.

Los pueblos germánicos de Hispania al desaparecer el Imperio Romano estaban reducidos a dos: los suevos y los visigodos. La Península tenía muchos territorios sin ocupar por un poder político, y entre esos territorios estaba la franca cantábrica, ocupada por los astures, cántabros y vascones, que no fueron conquistados por ninguno de los pueblos invasores.

La división territorial de Hispania se complicó a mediados del siglo VI, con la llegada de los bizantinos. Esta ocupación fue la consecuencia del interés del emperador Justiniano de recuperar los territorios del antiguo Imperio Romano. Su interés se vio favorecido por la petición de ayuda de Agila, noble visigodo que se enfrentaba a otro noble, Atanagildo, en sus deseos de ocupar el trono.

El reino visigodo pudo resistir los problemas externos que le habían amenazado, y pronto comenzó una etapa de apogeo en la que la capital del reino se fija en Toledo. El reino visigodo de Toledo se propuso el objetivo de procurar la unidad territorial, religiosa y jurídica de un territorio al que consideraban su propio espacio político, el territorio de la Península Ibérica.

La historia del reino visigodo de Toledo debe centrarse en el estudio de los caminos seguidos para conseguir ese objetivo de unidad en las tres líneas citadas.

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