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Los productos americanos |
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Si bien el intercambio comercial atlántico implicaba una relación, al menos, de vaivén entre productos llevados de América a Europa y viceversa, o incluso triangular incluyendo a África en ese recorrido mercantil. Lo cierto es que, si atendemos a los productos –y no a la organización de la actividad mercantil o a las rutas-, los novedosos (no sólo por su origen –algunos eran desconocidos hasta entonces- sino por su impacto) son los que llegan de las Indias Occidentales al Viejo Mundo.
Entre ellos destacaremos dos tipos de productos fundamentalmente: los cultivados en las plantaciones y los metales preciosos.
Las necesidades del consumo europeo –de los grupos sociales que podían permitírselo, claro- estimularon la explotación de productos de gran valor para el comercio colonial. La acumulación de tierras en esos territorios se justificaba en parte por la producción del azúcar, el cacao y el tabaco. Algunas zonas americanas se especializaron, en un proceso que se desarrolló hasta el siglo XVIII, en dichos monocultivos destinados a la exportación.
La plantación en combinación con el ingenio aparece en total desarrollo precisamente con el auge de la explotación comercial del azúcar. Asentada en tierras tropicales y, a veces, subtropicales, supone una considerable especialización de los cultivos y la frecuente utilización como fuerza de trabajo de esclavos de origen africano o de indígenas –como ocurre mayoritariamente en los ingenios novohispanos-. |
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